Humanismo y cubrebocas
Parlamento Veracruz.
Juan Javier Gómez Cazarín.
Vencer al coronavirus se ha revelado como una de las cruzadas fundamentales de nuestra generación. En esta guerra mundial, cada comunidad humana en el planeta libra una batalla particular. Pero esas batallas no se libran por igual ni al mismo tiempo.
La ciudad de Nueva York, donde la pandemia alcanzó las proporciones de una película de ciencia ficción, apenas este lunes reportó su primer día sin muertes, después de más de cuatro meses de drama -su primer difunto fue el 11 de marzo-.
Algunos países de Europa, de manera emblemática Italia y España, especialmente castigadas por la enfermedad, han dado pasos para la reapertura de su vida en “nueva normalidad”.
Hoy sabemos que en Veracruz, sin embargo, los reportes todavía son de crecimiento en la ocupación hospitalaria.
Quiero hacer un apunte muy especial: la responsabilidad y la transparencia con la que el Gobierno del Estado que encabeza Cuitláhuac García Jiménez nos ha compartido información fidedigna.
Este lunes el Gobernador tuvo el valor de salir a reportarnos que, lamentablemente, la ocupación hospitalaria pasó en una semana del 58 al 64 por ciento. Estoy seguro que en otras épocas nos hubieran mentido –como nos mintieron en casi todo- con tal de simular cifras alegres.
Actualmente nuestras autoridades salen a decirnos la verdad. Y la verdad es que debemos redoblar los esfuerzos por el bien de todas y todos.
Cuidarnos y cuidar a los demás se ha vuelto crucial para salvar vidas como se ha dicho muchas veces: usar el cubrebocas, lavarnos las manos, usar gel desinfectante, guardar la distancia y evitar los grupos de personas.
Usar cubrebocas se ha vuelto símbolo de elemental humanismo, de solidaridad social, de preocupación por nuestra salud, pero también por la salud del prójimo: el que nos atiende en un comercio, el que viaja en el mismo autobús que nosotras y nosotros.
Personalmente yo soy de los afortunados que hemos superado la enfermedad sin requerir hospitalización. Hombre de fe y agradecido, no puedo más que guardar gratitud a Dios por esa fortuna.
Sin embargo, también la tragedia me ha tocado cerca y he visto irse de nuestro lado a gente que todavía tenía mucho qué disfrutar y qué entregar en esta vida.
Para mí, como para miles de veracruzanas y veracruzanos el coronavirus ya no es una idea abstracta y lejana de la que sólo nos enteramos por las noticias. Es una realidad que me lleva a pedirles a todas y todos que contribuyamos a ganar esta guerra.
Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado